Una de las formas de violencia contra la infancia, con efectos devastadores en muchos casos , son las relacionadas con conductas que atentan contra la libertad sexual de los niños
En los últimos años se está constatando un incremento exponencial de este tipo de conductas, al igual que están saliendo a la luz experiencias que personas ya adultas sufrieron en su infancia , experiencias que habitualmente fueron silenciadas y que , sin embargo, todavía siguen afectando al individuo.
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ToggleTipos de abuso sexual:
Comenzaremos con un glosario de términos que resultarán clarificadores en el ámbito de la temática que abordamos:
- Abuso sexual. Realización, sin violencia o intimidación y sin que medie consentimiento, de actos que atenten contra la libertad o indemnidad sexual de otra persona. (Artículo 181 Código Penal)
- Abuso intrafamiliar. Abuso sexual ejercido por un miembro del entorno familiar.
- Abuso extra familiar. Abuso sexual que se produce fuera del ámbito familiar y cometido por desconocido.
- Acoso sexual. Solicitud de favores de naturaleza sexual, para sí o para un tercero, en el ámbito de una relación laboral, docente o de prestación de servicios, continuada o habitual, y con tal comportamiento provocar a la víctima una situación objetiva y gravemente intimidatoria, hostil o humillante (art. 184 Código Penal).
- Agresión sexual Atentado contra la libertad sexual mediando violencia o intimidación (según art. 178 del Código Penal).
- Grooming Conjunto de estrategias que una persona adulta desarrolla para ganarse la confianza de un menor a través de internet con el fin último de obtener concesiones de índole sexual.
La Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas, en un informe realizado comienza definiendo el término violencia:
“Cualquier daño físico, mental o emocional que impide el desarrollo holístico de la infancia y su bienestar físico y psicológico.”
Según el Estudio Médico Legal sobre la Libertad y la Indemnidad Sexual, elaborado por Miguel Lorente Acosta, médico forense y profesor de la Universidad de Granada, en noviembre de 2021, en base a 102 sentencias por delitos contra la libertad y la indemnidad sexual, las circunstancias del abuso son muy diferentes en el grupo de niños y niñas en comparación con los adultos, debido a la prolongación de la violencia durante largos periodos de los hechos, a la ocultación de los mismos y a las amenazas utilizadas como elemento para que no cuenten lo que ocurre durante ese período.
Esto hace que las consecuencias psicológicas graves se produzcan en el 59,1 % de las agresiones y que su diferencia con respecto al grupo de personas adultas sea de 31,2 puntos.
El estudio se ha realizado sobre 102 sentencias dictadas en 2020 y es el primero en este ámbito de los abusos sexuales.
De las 94 sentencias estudiadas, 30 corresponden a casos de violencia sexual cometida sobre personas adultas, representando el 31,9 % del total, y 64 sobre niños y niñas, número que supone el 68,1 %. Las consecuencias psicológicas aparecen en un porcentaje muy parecido entre los dos grupos, indicando que en cualquier caso el impacto es importante.
A diferencia de lo analizado en las víctimas adultas, en el caso de la violencia sobre niños y niñas, las consecuencias más trascendentes son las psicológicas graves, presentes en un 59,15 %, seguidas de las alteraciones psicológicas leves, las físicas leves y las físicas graves.
Por otra parte, el informe de Save the Children, ”Los abusos sexuales hacia la infancia” publicado también en noviembre de 2021, aporta datos igualmente significativos.
Esta violencia puede ser ejercida tanto por acción, como por omisión; es decir, cuando no se proporciona al niño o a la niña todo lo que necesitan para su desarrollo y bienestar.
El informe define el abuso sexual como «la imposición por parte de un adulto o de otro menor de una actividad de carácter sexual a un niño o niña, aprovechando la desigualdad de poder para obtener una satisfacción sexual».
Cómo identificar posibles abusos sexuales
Ante estos escalofriantes datos, nos preguntamos ¿qué podemos hacer para detectar estas situaciones y poder abordarlas?.
Veremos a continuación algunos de los síntomas que nos podrían alertar de que un niño o adolescente de nuestro entorno podría estar sufriendo una situación de esta índole:
Síntomas físicos que pueden alertar sobre el abuso sexual infantil
- Moretones, cicatrices, irritación o marcas de mordeduras en la zona genital.
- Secreción o sangrado de la vagina, en niñas que todavía no tienen la menstruación.
- Sangrado rectal o genital.
- Desgarros o dilatación anales.
- Síntomas de una infección de transmisión sexual (ETS), como gonorrea, clamidia, sífilis….
Síntomas emocionales y conductuales: Cómo identificar posibles señales
Los síntomas emocionales y conductuales pueden resultar más confusos, puesto que las manifestaciones extrañas de comportamiento podrían obedecer a diversas causas. No obstante conviene estar alerta si:
- Aparecen pesadillas u otros problemas de sueño sin que haya una explicación aparente.
- Se observan cambios en la alimentación ,más o menos apetito u otros comportamientos inusuales en este ámbito hasta el momento
- Se manifiestan cambios repentinos de humor: ira, miedo, inseguridad o retraimiento.
- Se comporta como si fuese más pequeño (regresiones del comportamiento), llevando a cabo con frecuencia actividades propias de edades más tempranas de su desarrollo.
- Es posible que exprese temor ante alguna persona en concreto o que rehúya quedarse solo con una persona determinada.
Estas son algunas de las situaciones que se pueden detectar con mayor frecuencia, pero pueden existir más, por lo que es necesario estar alerta ante cualquier conducta que nos parezca sospechosa en el niño, la niña o el adolescente.
Por otra parte, consideramos imprescindible profundizar en las consecuencias psicológicas que puede estar sufriendo una persona adulta, víctima en su infancia de este tipo de abuso y que lo ha mantenido en silencio, sin haberse dado la posibilidad de sanarlo.
En nuestro próximo artículo, profundizaremos en las consecuencias psicológicas del abuso sexual infantil en la vida adulta y cómo abordar este tema desde una perspectiva terapéutica. Si conoces a alguien que pueda estar sufriendo abuso sexual o necesitas apoyo, te recomendamos buscar la ayuda de profesionales capacitados en el ámbito de la psicología y el abuso sexual infantil.